El regente de una farmacia es el farmacéutico al que se le asigna la cobertura de las sustituciones que requieran un tiempo superior al que puede ofrecer un farmacéutico sustituto. Por ejemplo, en circunstancias de fallecimiento, incapacidad legal por sentencia judicial firme o declaración formal de ausencia del titular, podríamos referirnos a la figura del regente.
Que hace un Regente de Farmacia
El regente debe obtener la autorización específica de designación de la Dirección General de Ordenación en la Inspección para poder ejercer como director de farmacia. La Personas Regente en Farmacia deberá acreditar su expediente laboral, su contrato o su condición de autónomo, así como los papeles extra que se le exijan, para conseguir esta autorización.
Y, como ya sabrá, estas operaciones administrativas deben realizarse a través de una plataforma electrónica accesible por Internet. Además, tenga en cuenta que para ello es necesario disponer de un DNI electrónico.
El perfil del regente recoge las obligaciones e incompatibilidades profesionales que conlleva la titularidad de una consulta de farmacia.
Funciones del Regente de Farmacia
El regente de farmacia es el que hace la adquisición, custodia y correcta conservación de los medicamentos, la dispensación, el seguimiento y la gestión de las recetas y la resolución de las consultas de los clientes son algunas de las tareas que realiza el director de farmacia, que son similares a las que realiza el farmacéutico.
En otras palabras, el farmacéutico regente es la persona encargada de la coordinación general de la actividad farmacéutica, aunque no sea el propietario del local. No necesita ninguna credencial adicional para hacerlo.
En general, cuando el titular o cotitular se jubila, el regente puede permanecer un máximo de 5 años; sin embargo, cuando se implanta esta modalidad en una farmacia por fallecimiento del titular o cotitular, es necesario consultar con un asesor laboral o jurídico para determinar el periodo máximo de permanencia del regente.